domingo, 22 de junio de 2008

FENÓMENOS PARANORMALES

Fenómenos Paranormales


Una definición frecuentemente utilizada en la literatura científica es la de James E. Alcock (1981):
Un fenómeno paranormal es aquel que:
No se puede explicar en términos de la ciencia actual;
Únicamente se puede explicar mediante una amplia revisión de los principios de base de la ciencia;
No es compatible con la norma de las percepciones, de las creencias y de las expectativas referentes a la realidad.
Fenómenos paranormales
Una definición más amplia puede incluir presuntos avistamientos de Ovnis, contactos con extraterrestres, criptozoología o supuestos misterios como el triángulo de las Bermudas.
El número de presuntos fenómenos es casi inagotable:
levitación, combustión espontánea, tele transportación, entre otros.
Difusión actual
A finales del siglo XX, la creencia en lo paranormal se ha difundido considerablemente, con miles de libros y secciones enteras de librerías dedicados al tema, revistas, un sin fin de películas y de series de televisión como Expediente X o la Dimensión Desconocida y programas de difusión tales como Cuarto Milenio.
Según un estudio de Gallup
[1] en 2005 en EEUU, 73% de los encuestados creían en al menos uno de diez fenómenos paranormales incluidos en la encuesta..
Investigación y métodos
La investigación de los fenómenos paranormales, es a menudo complicada, por ser difícil de explicar en el ámbito de las normas científicas existentes o las teorías conocidas actualmente. A pesar de esta dificultad, existen algunos estudios sobre lo paranormal que son periódicamente realizados por investigadores de diferentes disciplinas en varias universidades. La investigación de lo paranormal es en gran parte realizada en el campo multidisciplinario de parapsicología.
Diversos estudiosos de los fenómenos paranormales han intentado desarrollar metodologías de estudio más o menos formales. Entre dichas metodologías se pueden distinguir las siguientes.



Enfoque en la recolección de evidencia anecdótica
Muchos estudiosos del fenómeno se dedican a catalogar evidencias anecdóticas, recuentos de presuntos testigos que afirman haber presenciado un fenómeno paranormal. Es uno de los métodos más comunes, ejemplificado por el trabajo de Charles Fort (1874-1932), que recopiló unas 40.000 notas de fenómenos inexplicados, de las que escribió siete libros, de los cuales perduran cuatro: The Book of the Damned (1919), New Lands (1923), Lo! (1931) y Wild Talents (1932).
Los escépticos señalan que dicha metodología adolece de falta de
falsabilidad (la imposibilidad de diseñar un experimento que pruebe la falsedad de la afirmación), y de sesgo cognitivo (la tendencia subjetiva del observador o del testigo a creer con mayor facilidad ciertas afirmaciones acordes con su visión del mundo) y otras falacias que invalidan dicho enfoque.
Enfoque de participante-observador
Este enfoque consiste en que el observador se sumerge en el fenómeno estudiado, presuntamente experimentándolo y entendiéndolo mejor. Típicamente requiere que el observador tenga un conocimiento de primera mano del fenómeno visitando el sitio donde presuntamente ha ocurrido. Por ejemplo, un observador puede llevar a cabo una sesión espiritista en una casa embrujada. Los proponentes de este enfoque señalan que tiene raíces filosóficas en la fenomenología.
Enfoque experimental
Varias universidades del mundo e investigadores independientes estudian la
parapsicología usando métodos experimentales (no necesariamente el uso del método científico, o su realización al 100%), para intentar probar los fenómenos;. Uno de los pioneros en este campo fue J. B. Rhine (1895 – 1980).[2]
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